Las mujeres gitanas, histórica y doblemente discriminadas, ya ha logrado muchas metas. Otras están pendientes. Entre las primeras, podemos destacar el acceso a la educación reglada y a la formación; el trabajo fuera del entorno familiar y la concienciación de los derechos individuales, exigiendo el derecho a la igualdad en la educación, la salud y la toma de decisiones personales. No obstante, quedan por consolidar estos derechos y enfrentarse a la resolución de conflictos internos que tienen su raíz en el hecho de asumir roles subordinados a la autoridad masculina.
Las gitanas jóvenes no encarnan sólo el relevo generacional, sino una mentalidad distinta, tienen un importante papel como referente positivo y como agente de cambio para la toda la comunidad. A menudo han sido sus madres las grandes impulsoras del cambio animándolas a estudiar. Gracias a ellas, sus hijas han ido más allá del hogar y de la escuela primaria.
Las asociaciones de mujeres gitanas, donde ellas mismas han tomado la iniciativa, han sido fundamentales a la hora de apoyar a la mujer gitana en su desarrollo personal y social. Romí, la primera asociación de mujeres gitanas de España, fue creada en Granada en 1990. En 2011 esta ciudad acogió el I Congreso Mundial de Mujeres Gitanas organizado por el Instituto de Cultura Gitana y el Consejo de Europa.
Romani women, historically subject to a twofold discrimination, have already achieved many of their goals. Others remain pending. The former would above all include access to formal education and training; employment outside the family home and an awareness of individual rights, demanding the right of equality in education, health and personal decision-making. These rights do still need to be consolidated, along with the resolution of internal conflicts resulting from being forced to accept a subordinate role under male authority.
Young Romani women represent not only a generational transition but a different mentality, with an important role as a positive model and agent for change for the entire community. In many cases their mothers have been the motivating force encouraging them to study. And thanks to them, their daughters have made their way beyond the confines of the home and primary education.
Associations of Romani women, in which they themselves have taken the initiative, have been fundamental in supporting their sisters in their personal and social development. Romí, the first association of Romani women to be founded in Spain, was set up in Granada in 1990. In 2011 the city hosted the 1st World Congress of Romani Women, organised by the Instituto de Cultura Romaní and the Council of Europe.
Las mujeres gitanas, histórica y doblemente discriminadas, ya ha logrado muchas metas. Otras están pendientes. Entre las primeras, podemos destacar el acceso a la educación reglada y a la formación; el trabajo fuera del entorno familiar y la concienciación de los derechos individuales, exigiendo el derecho a la igualdad en la educación, la salud y la toma de decisiones personales. No obstante, quedan por consolidar estos derechos y enfrentarse a la resolución de conflictos internos que tienen su raíz en el hecho de asumir roles subordinados a la autoridad masculina.
Las gitanas jóvenes no encarnan sólo el relevo generacional, sino una mentalidad distinta, tienen un importante papel como referente positivo y como agente de cambio para la toda la comunidad. A menudo han sido sus madres las grandes impulsoras del cambio animándolas a estudiar. Gracias a ellas, sus hijas han ido más allá del hogar y de la escuela primaria.
Las asociaciones de mujeres gitanas, donde ellas mismas han tomado la iniciativa, han sido fundamentales a la hora de apoyar a la mujer gitana en su desarrollo personal y social. Romí, la primera asociación de mujeres gitanas de España, fue creada en Granada en 1990. En 2011 esta ciudad acogió el I Congreso Mundial de Mujeres Gitanas organizado por el Instituto de Cultura Gitana y el Consejo de Europa.
Romani women, historically subject to a twofold discrimination, have already achieved many of their goals. Others remain pending. The former would above all include access to formal education and training; employment outside the family home and an awareness of individual rights, demanding the right of equality in education, health and personal decision-making. These rights do still need to be consolidated, along with the resolution of internal conflicts resulting from being forced to accept a subordinate role under male authority.
Young Romani women represent not only a generational transition but a different mentality, with an important role as a positive model and agent for change for the entire community. In many cases their mothers have been the motivating force encouraging them to study. And thanks to them, their daughters have made their way beyond the confines of the home and primary education.
Associations of Romani women, in which they themselves have taken the initiative, have been fundamental in supporting their sisters in their personal and social development. Romí, the first association of Romani women to be founded in Spain, was set up in Granada in 1990. In 2011 the city hosted the 1st World Congress of Romani Women, organised by the Instituto de Cultura Romaní and the Council of Europe.