Page 338 - El rostro de las letras

TIEMPOS NUEVOS
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de su admirable La novela de un literato. Biedma-Fotógrafo –así
le llama siempre Cansinos–, formaba parte de la tertulia La Pecera, residenciada en La Campana, un popular colmao andaluz de la ma- drileña calle Espoz y Mina, en que semanalmente se reunía una cola de escritores, menestrales, periodistas y adictos a la molicie, cada uno mirando a lo suyo. Según refiere Cansinos, era un hombre “bajo, regordete, diplomático y circunspecto, con lentes que a cada momen- to se está sujetando, quitando y limpiando. Es muy pulcro y atento, como hombre acostumbrado a tratar con clientes finos y pedirles una sonrisa ante la cámara”. Tras largos años de oficio, Biedma se hizo popular enviando a la prensa decenas de retratos de literatos, como Joaquín Dicenta, Colombine, Gómez Carrillo, Alberto Insúa, Pedro Mata, Pedro de Répide, el propio Cansinos Assens y no pocos de los que encontramos en sus prodigiosas memorias.
En los días postreros de la monarquía de Alfonso XIII, los mejores retratos de los personajes públicos se deben ya a los reporteros de
Leopoldo PÉREZ. Los más importantes reporteros madrileños reunidos con ocasión de un homenaje a Campúa: Salazar, Alfonso, José Bárcenas, Ricardo del Rivero, Ramón Alba, Miguel Cortés, Julio Duque, F. del Rivero, José Zegrí, López Renuncio,
A. Caballero, Campúa, Luis R. Marín y Vidal. 1916 (Colección López Salvá)
Página anterior: A pesar de la crisis del re- tratismo, la vida de los estudios fotográficos fue muy activa durante los primeros años del siglo XX. Arriba, galería del estudio que Venancio GOMBÁU regentaba en Salaman- ca (Colección familia Parra). En la imagen inferior, operarios del estudio de ALFONSO trabajando en el laboratorio de copiado. Hacia 1915 (Colección particular)