Page 410 - Azaña: Intelectual y estadista | eBook

Luis de Pablo
Ofrenda
Sei pezzi per violoncello solo
alla memoria di Manuel Azaña Milán, Edizioni Sivini Zerboni, 1982
Marina Barba Dávalos violonchelista
tendrá que combatir con una mano mientras edi- fica con la otra. Los tiempos serán entonces más difíciles que los actuales, porque habremos echado sobre nosotros la responsabilidad del porvenir de España. [...] Necesitaremos dilatar la República en el tiempo, propagándola en las generaciones que nos sucedan, para lo cual la escuela deberá ser nuestra; y necesitaremos arraigarla en las más pro- fundas capas de la democracia, para lo cual debe- remos demostrar con actos que la República es la condición inexcusable del progreso social. [...] A esta obra llamamos a todos los que piensan como nosotros, sean jóvenes o viejos. Es vana en política esa distinción. En política las gentes no se clasifi- can por edades, sino por opiniones. [...] Nosotros queremos trabajar con nuestros iguales en ideas. Todos juntos acertaremos a darnos lo que más fal- ta nos hace: una España libre, a la que podamos servir sin amargura.
En este discurso ya aparece la escuela, su gran pre- ocupación, para educar a los españoles y arraigar la República. Pero también le preocupaba el propio ser del nuevo régimen como ámbito de convivencia y de tolerancia, sin abdicación de los principios que debían informarlo. A ello se refirió en la plaza de
toros de las Ventas, el 29 de septiembre de 1930, cuando la ebullición republicana empezaba a generalizarse:
Todos cabemos en la República. [...] La República será democrática, o no será. De esta manera los republicanos venimos al encuentro del país, no como estériles agitadores, sino como gobernantes; no para subvertir el orden, sino para restaurarlo; no para comprometer el por- venir de la nación, sino como la última reserva de esperanza que le queda a España de verse bien gobernada y administrada, de hacer una política nacional
Estas dos breves referencias a los pronunciamientos de Azaña sobre la Re- pública deberían inducir a la reflexión en la España actual, dominada por la incertidumbre de unos y la desconfianza de otros, que se debate entre aceptar la necesidad de cambios constitucionales o inclinarse, como de momento parece, por mantener inalterado el statu quo, a sabiendas de las grietas y debilidades del denominado bloque jurídico constitucional pues- tas de manifiesto en los últimos seis años de vida española. Confieso que, en este ambiente de la primavera de 2020, es un arcano qué pueda suceder en los meses venideros.
manuel azaña en la actualidad 409