Page 9 - EL FUTURO NO ES DE NADIE TODAVÍA. EUGENIO AMPUDIA
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Pero además de camuflaje, el humo también es nube. Es señal, semáforo, invitación, como la X que marca el tesoro. Nos espera. Nos llama aquí, al edificio volcán que está a punto de estallar.El humo nos hace pensar que seguramente hay algo detrás, o debajo, porque el humo no sale ex nihilo más que en el An- tiguo Testamento. Y así, miles de años más tarde la gente to- davía cree que un arbusto ardía como forma de comunicación. Un arbusto de humo. Nada es más real que nada. A la vez que determina, el humo genera indeterminación, impide ver las cosas con claridad.Cúmulos, cumulonimbos, nimboestratos, estratocúmulos.Pero hay veces que logramos penetrar dentro del humo y es como estar tras bambalinas. Como cuando estamos en la pista de baile, hombro con hombro, y de pronto el hielo seco lo penetra todo y nos deja aislados. El humo te desmarca. Te quedas solo entre la multitud, sola con la música, con los rayos de luz que penetran de pronto los huecos en la pared de humo que te rodea. El humo genera una nueva intimidad.Una nube de humo en la entrada, una nube de humo como letrero, humo mancha el dintel, pero ¿humo de qué fuego? ¿El fuego que estaba fuera y entró? ¿El de dentro que al con- sumir el edificio salió?«Cada uno con su humo». Bienvenidos a casa de Eugenio Ampudia: casa camuflaje donde se nos comunica una apa- riencia real y una realidad aparente: hacer visible lo visible. ¿Qué es lo que pasa? Veamos: el humo en la entrada es per- tinente bienvenida que desdibuja los límites entre lo que algo parece y lo que algo es. Hacer visible lo visible, esconderse a plena vista: el mejor camuflaje.La obra de Eugenio Ampudia justamente logra este tipo de giros paradójicos entre un significado y otro, entre la crítica po- lítica y la acción poética. Y te invita, sí, a mí y a ti, espectadores con nuestros cuerpos pensantes, a entrar en las intimidades públicas que genera. Estas intimidades organizan nuestra ex- periencia del espacio o, mejor dicho, la reorganizan. La intimi- dad se transforma y es transformadora.Dejamos de ser espectrador, espectro a la expectativa, nos volvemos espejo. Nos volvemos rodilla. Somos flexibles.9 | EUGENIO AMPUDIA. EL FUTURO NO ES DE NADIE TODAVÍA9 | EUGENIO AMPUDIA. EL FUTURO NO ES DE NADIE TODAVÍA