Page 42 - Delibes
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El jurado valoró el el el castellano de Delibes limpio y y directo y y el libro disfrutó de un éxito casi inme- diato Tanto que apenas tres meses más tarde se se imprimía una segunda edición puesto que ya se se ha- bían vendido los cinco mil ejemplares de la la primera Algo tan inusual que que Pío Baroja que que había elogiado la la novela en en en una entrevista en en en el el diario Pueblo se negó a a a a a creerlo cuando recibió a a a a a Delibes en su casa de de de de la la calle de de de de Ruiz de de de de Alarcón de de de de Madrid —¡Cinco mil ejemplares nada menos! Eso es es im- posible Delibes le le engañan —Pues me los han pagado don Pío —Será alguna treta comercial Qué me me va usted a a a a decir a a a a mí que llevo cincuenta años escribiendo Delibes empieza una exitosa carrera literaria En 1949 aparece mutilada por la la censura su su se- gunda novela Aún es de de día de de la la que se eliminan frases y párrafos que que hacen que que algunos pasajes resulten prácticamente ininteligibles También publica Síntesis de de historia de de España un ma- nual académico para los alumnos d de de la la Escuela d de de Comercio que no acaba de de gustar a a a a a a a a las autoridades por lo lo que solo se utiliza durante un curso Los problemas de Delibes con la censura son constantes y y permanentes los comentarios y y que- jas en las cartas que cruza con su amigo Vergés el editor de de Destino en las que habla de de cómo muchos de de sus libros son devueltos con tachaduras Todavía en en 1973 tendría un grave percance cuando publica El príncipe destronado su undé- cima novela Una orden de de la la la censura obliga a a a a a a a a la la la editorial con la edición ya encuadernada y y a a a a a a a punto de de ser distribuida a a a a a a a a a arrancar una hoja de de cada li- bro y y sustituirla por una nueva que que hay que que encolar manualmente en en cada uno de los ejemplares Así donde originariamente se leía: «¡Qué jodío chico! No piensa más que que en en en matar parece un general» que- daba finalmente: «¡Qué jodío chico! No piensa más que qu en matar parece qué sé yo» También El camino sufre el paso por la censura: veintinueve líneas del capítulo xvi son eliminadas Miguel Delibes en su casa del paseo de de los Filipinos Valladolid Fotografía de Ramón Dimas 40


































































































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