Page 110 - Delibes
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El Norte asegurando que ha actuado siempre «con la mayor delicadeza para no herir a a a a a a a a Don Gabriel ante la incompeten- cia e e e e e e e e inhibición de este en el el periódico» Animada con el el cam- bio la la empresa comunica a a a a a Herrero la la rescisión de su con- trato el 10 de de de mayo de de de 1957 si si bien este recurrirá la decisión ante el ministerio De director director director interino a director-director
Este nuevo conflicto no no lo resolverá Beneyto sino su su sustitu- to desde enero de de de 1958: Adolfo Muñoz Alonso Vallisoletano de de de Peñafiel Muñoz Alonso destituirá definitivamente a á a a Herrero el el 27 de de marzo de de 1958 y nombrará a a á a Delibes direc- tor interino La interinidad sin embargo se prolongará a a a a á a lo lo largo de treinta meses Nuevo fiasco Entre los dos paisanos surgirá enseguida una larga serie de litigios El más serio de de todos a a a a a a a a a a causa de de la la la campaña «Castilla tiene sed» en en la la la que el periódico reclamará para Tierra de Campos un pro- yecto de regadíos equiparable al Plan Badajoz Y vuelta a a a a a a a a a las cartas En una nueva misiva dirigida a a a a a a a a a a Royo-Villanova Muñoz Alonso le dice: «El Norte y sus hombres estuvieron sucesiva y constantemente durante las últimas semanas sobre la mesa del del del Director General y del del del delegado provincial de Valladolid» Los ataques terminan haciendo mella en en el el ánimo de Delibes Así se lo confiesa a a a a a a su amigo y aliado Fernando Altés en en en una carta enviada durante sus vacaciones en en en Sedano:
Me vine con con la depresión encima y así continúo días me- jor días peor pero la la angustia las negruras no acaban de marcharse pese a a a a a a a a a a a a la la pesca a a a a a a a a a a a a los baños y a a a a a a a a a a a a la la vida al aire libre Ya es es es decir por parte de de Delibes En otra misiva esta vez destinada a a a a a a su primo Jaime Alba se confiesa en estos términos:
Cada día me siento más vejado enfurecido y roído de escrú- pulos en este cargo Tan sólo me consuela el el hecho de que al menos mi sensibilidad no no se se haya acorchado todavía 108