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I estoria-ta: Guam, las Marianas y la cultura chamorra
Así comienza la descripción que nos ha legado Antonio Pigafetta, el cronista de la expedición comandada por Fernando de Magallanes, de su llegada el 6 de marzo de 1521 a la Bahía de Humatak, en la isla de Guam, la más grande y meridional de las Marianas.
La finalidad de este viaje era completar la misión encomendada a Cristóbal Colón 27 años antes: abrir una ruta marítima para acceder a las Indias Orientales y a sus riquezas por el occidente, buscando un paso entre el océano Atlántico y el océano Pacífico. Y es de sobra conocido el destacado papel que jugaron las Ma- rianas en la supervivencia de la expedición tras meses de penalidades en el Pacífico y en las posteriores nave- gaciones entre América y Asia, hasta el punto de que pueden considerarse «la puerta de Oriente».
La exposición BIBA CHAMORU: Cultura e identi- dad en las Islas Marianas, junto con esta publicación, I estoria-ta: Guam, las Marianas y la cultura chamorra, nos invitan a abandonar por un tiempo la estela de la expedición durante estos tres años de conmemoración de su quinto centenario y detenernos en las islas Ma- rianas para conocer su historia y acercarnos a su gente, a su identidad y a su diversidad cultural. Y revisar la versión que ha llegado hasta nosotros de la historia de este archipiélago.
Ya no se trata solo de relativizar lo que nos han con- tado de las Marianas los cronistas europeos a partir del propio Pigafetta y de unas crónicas escritas entre la admiración ante las «maravillas» de lo desconocido y una actitud de superioridad cultural. Ese paso hacia el rigor, el respeto a la diversidad y una mayor objeti- vidad, afortunadamente, ya lo dimos hace tiempo. Se trata de incorporar al relato histórico los significados de los acontecimientos que marcaron esos siglos de dependencia y reconocer qué papel juegan en la arti- culación de la memoria colectiva de la sociedad cha- morra y en la construcción de su identidad cultural. En buena medida, en el proyecto de arqueología colonial ABERIGUA, dirigido por la profesora Sandra Montón y en el que participan varias universidades, se halla el origen de este afortunado «reencuentro».
Por eso, era fundamental que este libro –cuidadosa- mente editado por la Subdirección General de Atención al Ciudadano, Documentación y Publicaciones del Mi- nisterio de Cultura y Deporte– fuera prologado por Ro- bert Underwood, exrector de la Universidad de Guam y reconocido defensor de la necesidad de ese nuevo relato histórico. A partir de la declaración de intencio- nes de Underwood, se articula un espacio de diálogo entre autorizadas voces del mundo de la arqueología,
El 6 de marzo, que era miércoles, descubrimos hacia el noroeste una pequeña isla, y en seguida dos más al sudoeste. Quiso el comandante en jefe detenerse en la más grande para tomar refrescos y provisiones... Antonio Pigafetta, Relazione del primo viaggio in torno al mondo, Venecia, 1536 (ed. de Benito Caetano, Fundación Civilter, Sevilla, 2012, p. 38).




























































































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