Page 116 - 100 años en femenino
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san un desajuste entre la forma que unos y otros viven y exteriorizan sus sentimientos. En este sentido cabe destacar el papel que juegan las redes de amistad entre las mujeres como elemento de cohesión, apoyo y equilibrio.
Las mujeres jóvenes muestran una mayor preocupación que los hombres por mantener y enriquecer las relaciones afectivas y personales, lo cual supone en muchos casos un importante obstáculo para su desarrollo profesional y para conciliar una vida personal y laboral equilibrada. Como herencia de la situación anterior, las mujeres se preocupan más que los varones de mantener la convivencia y cuidar las relaciones de pareja. Ellas, en mayor medida que los hom- bres, expresan un desajuste entre la forma en que unos y otros viven y manifiestan sus sentimientos. Experimentan una cierta frustración respecto de la actitud de los hom- bres de su generación y demandan ser consideradas como personas. Aspiran a romper con los modelos anteriores y a construir un modelo de pareja nuevo, basado en un marco diferente de comprensión y de igualdad. Detectan que los hombres se encuentran aferrados a una actitud de aisla- miento e inseguridad. Las diferencias en la forma de vivir los afectos llevan a las mujeres a una profunda frustración. Perciben cómo los hombres, en menor medida, anteponen el desarrollo personal al profesional de su pareja, mientras las jóvenes, a menudo, se ven obligadas a supeditar sus aspi- raciones profesionales a las necesidades familiares.
Las relaciones sexuales son sin duda mucho más libres y autó- nomas que en anteriores generaciones de mujeres. Frente al modelo más tradicional, de mujeres que entienden la identidad sexual femenina en cuanto a objeto de deseo de los hombres y como futuras madres, las jóvenes expresan una ambivalen- cia de modelos en el terreno sexual y afectivo. Buscan su pro- pia identidad sexual y definen su identidad de ser mujeres por sí mismas, no por lo que representan para los hombres. Se sienten en igualdad de condiciones que ellos para buscar su satisfacción sexual. Rechazan la idea de ser objeto sexual y demandan una relación equilibrada, recíproca y simétrica.
Su feminismo es bien diferente al de las mujeres de anterio- res generaciones. En la mayoría de los casos no se vincula a un grupo o a una ideología determinados. Se refleja mejor en las diversas facetas de sus vidas, bien sea en el ámbi- to profesional o personal. Consideran que las mujeres que les han precedido han recorrido un camino del que ellas se
117—Pilar Folguera Integrando el género en la agenda política. Feminismo, Transición y democracia