La muestra permite al visitante conocer las características y la evolución de la arquitectura y la sociedad de las gentes que ocuparon el territorio de la actual Menorca durante la prehistoria. En definitiva, unas arquitecturas que transmiten la gradual complejidad social de estos pueblos a través de sus ritos funerarios, sus sistemas de creencias y el proceso de ocupación del territorio.
Este rico patrimonio menorquín corresponde a la época que, en términos generales, se ha denominado cultura talayótica, cuyo nombre procede de los talayotes que son las construcciones más emblemáticas y abundantes de la prehistoria balear. Se trata de un ejemplo único de densidad de construcciones, cultural material y testimonios diversos en un territorio reducido del Mediterráneo occidental. Un conjunto arqueológico de valor universal y excepcional por el uso de la técnica constructiva ciclópea, por su autenticidad y singularidad en el marco cronológico en el que se desarrolla y que es testimonio único de una sociedad prehistórica mediterránea insular.